domingo, 5 de mayo de 2013

Rubáïyát


Omar Ibn Ibrahim El Khayyam nació hacia el año 1040 de la era cristiana, en el Khorassam, cerca de la ciudad de Nichapur, donde murió a los 85 años, tras una vida dedicada al estudio, la meditación y los placeres.

Además de sus aportaciones matemáticas (como curiosidad, parece que a él se debe que la incógnita de las ecuaciones se llame x), su poesía ha triunfado en Occidente (introducida por el poeta irlandés Edward Fitzgerald) probablemente porque, a diferencia de los demás poetas persas, prescinde casi totalmente de la complicada retórica, las metáforas rebuscadas y la oscura simbología predominante en la literatura iraní.
Adopta la forma poética conocida con el nombre de rubáiyátrobáiyát, plural de robai, "cuarteta", caracterizada por su brevedad.

Hace unos años tuve la suerte de que Paco, el hermano mayor de papá, me regalara una edición que guardo como un tesoro.

De los (o las) ciento sesenta y nueve que se atribuyen sin dudas a Khayyam, recojo aquí el número XLIII, que J eligió para brindar con nuestra gente, el día que celebramos la fiesta por nuestra boda.

Hoy hace un año que te fuiste, Paco. Y brindamos por ti.

¡Bebe vino! Recibirás vida eterna.
El vino es el único filtro que puede devolverte la juventud.
¡Divina estación de las rosas, del vino y de los amigos sinceros!
Goza de este instante fugaz que es la vida.

Ahora, Zoe, cuando lees esto, este momento... es tu vida.


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