lunes, 24 de junio de 2013

Cromos



Zoe, últimamente hemos ido a El Rastro un par de domingos por la mañana.

Nuestra misión era cambiar cromos de la colección que está haciendo Bruno.
Y ha resultado un éxito porque ha vuelto con un taco enorme de nuevos inviZimals.

Sorprende ver cómo conoce de memoria hasta el último rincón de su álbum (¡480 cromos!) y, al primer vistazo, sabe si en los montones de los demás niños hay algún tesoro anhelado.

Además, el ambiente es muy entrañable y gracioso: niños de todas las edades negociando sus trueques.

Ariel juega en el parque de columpios o acompaña a Bruno y a sus amigos mientras espera para jugar al escondite todos juntos.

El Rastro es uno de los lugares más emblemáticos de esta ciudad que adoro y que, dentro de nada, será la tuya.

Cuántas mañanas de domingo nos esperan, mi vida.



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