Después de pasar la tarde y la noche relativamente tranquila (comiste bastante bien, no te asustaste con el baño y te dormiste rápidamente mirándome a los ojos mientras te cantaba) pero muy muy seria, te despertaste y lloraste un poquito al verme.
Supongo que te asustarías a verte en una cuna y en una habitación extrañas y, sobre todo, al verme de nuevo y darte cuenta de que no había sido un mal sueño, que yo seguía allí.
Seguías con fiebre, ya por la mañana y las pupas comenzaban a hacer su aparición en tu boquita.
A pesar de ello desayunaste bastante bien, fue la última comida sólida que hiciste en días debido a las molestias que tenías.
Pasamos la mañana en el Registro Civil: allí nos conocimos la tarde anterior.
Gracias a Daniel, nuestro guía, realizamos los trámites de formalización del proceso de adopción tanto en el Registro como en el notario y la solicitud de tu pasaporte en la comisaría (de esto último se encargó Daniel).
También vino de nuevo el director del orfanato, para el tema del donativo, y trajo una muñeca de trapo y un juguete de plástico como regalos para ti.
Me entregaron además el carrete desechable y el pendrive que yo había enviado aproximadamente un mes antes al orfanato, con fotos y un vídeo del primer año y medio de tu vida (con tu cuidadora, tus amiguitos...); algo de lo que me alegro infinitamente y que podrás conservar como parte de tu historia, de tu vida, Zoe.
También vino de nuevo el director del orfanato, para el tema del donativo, y trajo una muñeca de trapo y un juguete de plástico como regalos para ti.
Me entregaron además el carrete desechable y el pendrive que yo había enviado aproximadamente un mes antes al orfanato, con fotos y un vídeo del primer año y medio de tu vida (con tu cuidadora, tus amiguitos...); algo de lo que me alegro infinitamente y que podrás conservar como parte de tu historia, de tu vida, Zoe.
[A efectos prácticos, por si puede ayudar a alguna familia que vaya a viajar en breve, diré que el lugar es tremendamente caluroso para estar esperando con un niño en brazos y firmar papeles (evidentemente el sur de China en verano es muy caluroso y húmedo pero el aire acondicionado funciona en casi todas partes), que es necesario llevar algunos datos claros porque nos los van a preguntar (ingresos familiares anuales, por ejemplo) y, lo más importante, en ningún sitio de Nanning ni de Guangzhou (donde pasamos la segunda semana del viaje), a excepción de los hoteles, que ya están pagados antes de salir de España (ni en tiendas ni en restaurantes), admitían la tarjeta VISA ni AMERICAN EXPRESS. En el Walmart de Nanning sí admitían la tarjeta MASTERCARD.
En resumen, es imprescindible llevar el dinero necesario en euros para poderlo cambiar y utilizar.]
Después de dormir un par de horas de siesta te despertaste llorosa y, a partir de entonces, sólo admitiste biberones de leche templada o fría y algún trocito de galleta.
Las pupas que tenías en toda la boca me recordaron el virus boca-mano-pie que había padecido Ariel aproximadamente con la misma edad pero la verdad es que no tenía muy clara la gravedad de la enfermedad.
A pesar de todos los esfuerzos que hice, no conseguí que sonrieras. Desde el primer momento, colaboraste para los cambios de pañal, de ropa, para acostarte...
No oponías resistencia, ahora sé que además de la fiebre, debías estar muy impresionada por lo que yo veía como un rapto en toda regla.
Sé que en otros países la adopción exige pasar un tiempo previo con el menor, incluso realizar varios viajes al país complicando bastante los trámites para las familias.
Recuerdo mi experiencia en India y que las familias visitaban a los niños varios días antes de llevárselos.
Nunca olvidaré tu llanto en mis brazos cuando se marchó tu cuidadora.
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