Voces blancas

Mi amiga Eva Alonso es la directora del coro infantil del Centro Cultural Sanchinarro.

Desde octubre de 2011 funciona como uno de los talleres musicales que ofrece el Grupo Concertante Talia, entidad formada por un enorme grupo de músicos (instrumentistas, cantantes, compositores, profesores…) que realiza una gran labor pedagógica (talleres musicales, cursos de verano, campamentos musicales urbanos, charlas musicales pedagógicas, conciertos pedagógicos…) y concertística, manteniendo desde hace años una temporada estable en el Auditorio Nacional de Madrid. Todo ello con Silvia Sanz al frente.

Es un coro verdaderamente “infantil” ya que actualmente las edades de los niños van de los 5 a los 12 años.

Su primer concierto fue meses después de empezar de cero (con niños que no habían cantado nunca antes), en junio de 2012, en el aula Karajan del Centro Cultural. 

Para Eva fue uno de los días más emotivos de su vida. Acompañados al piano por Alberto H., interpretaron las obras que habían preparado con tantísima ilusión para su estreno.  

Entre ellas, Minka, inspirada en una melodía popular rusa.

A principios de este curso, en octubre de 2012, el coro infantil fue elegido para participar en el I Ciclo de Conciertos en torno al árbol que organizaría el Ayuntamiento de Madrid en Navidad, una serie de conciertos que ofrecerían coros infantiles y juveniles de la Comunidad de Madrid en el hall del Palacio de Cibeles de Madrid, junto al precioso árbol de Navidad.

Preparar este gran concierto no resultó una tarea fácil, por tener que coordinarse con el Coro Infantil Joaquín Turina, de reciente creación, dirigido por David Perona, formando un único coro: el Coro infantil Talia.

Programar las obras, organizar su preparación, los ensayos individuales y conjuntos fue un esfuerzo titánico, que en un tiempo récord alcanzó un verdadero éxito.

El lugar era sencillamente espectacular: todo blanco y luminoso, enmarcado por el abeto de luz...

Ver y escuchar a unos niños tan pequeños cantando piezas tan bonitas, algunas muy complicadas en su entonación... fue emocionante de verdad.

Los padres asistieron llenos de orgullo a la actuación, no era para menos.

Tus hermanos, Bruno y Ariel, no se movieron hasta el final, sentados en el suelo en primera fila, escuchando sin pestañear.

Eva hizo un trabajo magnífico, impecable en la técnica y con la misma elegancia y cariño que pone en todo lo que hace.

Es evidente que tiene un gran futuro como directora de coros infantiles.

Aquí (a pesar de que la calidad de imagen y de sonido son las propias de un teléfono no demasiado "inteligente") podemos asomarnos unos minutos a aquella tarde mágica.

Mil gracias, Eva, por dejarme compartir tu precioso trabajo y guardar este recuerdo para Bruno, Ariel y Zoe.