Madres y amigas

Me gustó esta imagen, Zoe, por su humor, pero (además de que en esta casa habría que sustituir "mother" por "father", pues es tu padre el especialista en "coladas"), me recordó  también lo que para mí significa ser madre ahora: para tu hijo, tú eres el centro del universo, la superwoman capaz de solucionar cualquier problema y con respuesta a cualquier pregunta.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Hace nada yo estaba "al otro lado de la pregunta".


Hoy, que sigue siendo el día de las madres y de los padres (y mañana, y pasado mañana...), quiero dedicar esta entrada a mis amigas del que nos gusta llamar Club de la teta.

Nos conocimos durante nuestro primer embarazo (el segundo para una de nosotras) y, entre cientos de futuras madres, el círculo se fue cerrando y el hilo rojo nos unió para siempre a las seis.

Aprendimos juntas y nos ayudamos siempre en cada paso que íbamos dando: con los partos, la lactancia (¡buf!, esto daría para muuuuchas entradas), la alimentación, el sueño y la crianza en general, en la que todas estamos inmersas.

Hoy seguimos compartiendo nuestras preocupaciones, dificultades, dudas, descubrimientos y alegrías, disfrutando de nuestros pequeños: ¡este año ya serán catorce niños! (¡con un padre de full-back, tenemos un equipo de rugby!), aprendiendo cada día a ser madres e intentando compaginarlo con nuestra vida personal y profesional. Que no es poco.

Chicas, vuestra experiencia, inteligencia, sensatez y, sobre todo, cariño y sentido del humor para desdramatizar los problemas son siempre un soplo de aire fresco y de alegría. 
Hemos llorado, de rabia y de emoción, pero también nos hemos reído mucho...

Somos amigas porque somos madres pero eso fue sólo el principio de nuestra amistad: estoy segura de que seguiremos caminando juntas cuando nuestros hijos nos saquen la cabeza o hayan volado del nido.

Mil gracias, Gaby, Kat, Keka, Pat y Rosa, por todo, amigas, por esperar conmigo a Zoe, por recorrer juntas este camino y llevarme siempre de la mano.