martes, 10 de diciembre de 2013

Abies nordmanniana



El martes, mientras tus hermanos tocaban el piano y la guitarra en la academia de música, fuiste con papá a comprar un abeto a la Escuela de Ingenieros de Montes

Las pasadas Navidades, después de plantearnos, para empezar, la duda entre si volver a comprar o no un árbol; y después si optar por uno natural o artificial (al haber metido yo la pata hasta el fondo hace dos, comprando uno sin raíces, ¡horror!, en la Plaza Mayor), nos decidimos por la oferta de esta Escuela y la verdad es que no nos arrepentimos: un año después el espectacular abeto del Cáucaso crece en perfectas condiciones en el jardín de un buen amigo.

En su web explican sus razones para optar por un árbol natural.

El de este año es algo más pequeño pero muy bonito también. Los tres habéis participado adornándolo y, aunque faltan algunos detalles, cuelgan de sus ramas recuerdos tan especiales como la diminuta muñeca que traje de China para ti, Zoe Xiu Lin.





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