Llevamos una vida tan trepidante que nos queda poco tiempo para los DIYS (Do it yourself), handmade, etc. Sé lo bonito que es hacer las cosas uno mismo, con mimo y detalle, pero a veces lo mejor es aceptar las propias limitaciones... y pedir ayuda.
Hace pocos días, justo a tiempo, descubrí un calendario de Adviento que me encantó.
Nunca hemos seguido esta bonita tradición alemana pero es cierto que vosotros me habéis transmitido vuestra ilusión por las celebraciones.
Nunca hemos seguido esta bonita tradición alemana pero es cierto que vosotros me habéis transmitido vuestra ilusión por las celebraciones.
Por una parte, el DIABOX Adventskalender rescata del olvido las antiguas cajitas para diapositivas que muchos teníamos en casa hace unos cuantos años (y traen consigo preciosos recuerdos de mi infancia).
Por otra, es reutilizable cada año y personalizado, porque el relleno lo pones tú para sorprender a tus peques (y no tan peques).
Además de ahorrarte el trabajo duro, es muy divertido porque los niños pueden jugar cada día a buscar la cajita con el número correspondiente y el sonido que produce su choque al moverlo hace de él un idiófono de lo más original.
Aquí podéis verlo.
Y éste es el nuestro, por dentro, con las sorpresas que iréis descubriendo estos días...
Y por fuera, preparado para jugar y sonar...
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