Hoy se cumplen veinticuatro años de la muerte de mi abuelo Luis, el padre de tu abuela Carmen, Zoe.
Lo pienso y parece mentira que haya pasado tanto tiempo porque mis recuerdos son muy vívidos.
Son muchos momentos junto a mi hermana y a mis primos los que pudimos disfrutar de su amor hacia nosotros.
Se fue muy joven y toda la familia y nuestros amigos lo sentimos muchísimo pero, sobre todo, recuerdo la enorme pena de mi madre.
Cuántas veces comenta lo feliz que hubiera sido viéndonos crecer y hacernos mayores.
Y, por supuesto, quiero recordar por encima de todo a su mujer, mi abuela Máxima, que aquel día tenía pensado celebrar su cumpleaños comiendo toda la familia juntos en el hospital en el que él pasó sus últimos días.
No pudo ser y ella se enfrentó a su pérdida con gran valentía.
Cada año el segundo día de agosto le expreso todo mi cariño a ella y todos nosotros lo recordamos a él como al hombre bueno y cariñoso que fue toda su vida.
Cada año el segundo día de agosto le expreso todo mi cariño a ella y todos nosotros lo recordamos a él como al hombre bueno y cariñoso que fue toda su vida.
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