Ya he hablado de este tema en tu blog, Zoe, y me gustaría contarte cómo nos ha ido hasta ahora.
Hoy has cumplido 19 meses y, según la OMS, eres lactante hasta los 2 años.
Dado que tu hermano Ariel mama con entusiasmo a punto de cumplir 3 años y medio, cuando estuve en China, te ofrecí no sólo el pecho, sino también la leche que me extraje con el fin de no cortar la producción.
Te tomaste los biberones de leche materna con mucho agrado pero no relacionaste el pecho con la leche.
Para mi sorpresa, cuando llegamos a casa y viste mamar a Ariel (recuperando feliz su paraíso), te lanzaste sobre mí y me diste un mordisco de aúpa. No estabas dispuesta a compartirme sin dejar claro tu lugar.
Tomas el pecho de forma semejante al biberón pero no eres capaz de sacar leche: has perdido el reflejo de succión por no haber sido alimentada nunca (al menos desde tu segundo día de vida) de esta manera.
Es decir, imitas a Ariel y te ríes, muy divertida.
He tenido que asumirlo como una de las diferencias entre la maternidad biológica y la adoptiva.
He tenido que asumirlo como una de las diferencias entre la maternidad biológica y la adoptiva.
Creo que después de 5 años y medio dedicados a la lactancia de tus hermanos, incluidos 6 meses de tándem con ellos, puedo decir que jamás, jamás pensé que llegaríamos hasta aquí.
Darte el pecho, aunque sea de forma diferida y anecdótica, me consuela de no haber podido criarte desde el primer día.
No sé si técnicamente estamos de nuevo con lactancia en tándem pero estoy segura de que el regalo para toda la vida lo tendré siempre yo por poder tenerte en mis brazos.
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