sábado, 9 de marzo de 2013

La leyenda del hilo rojo




Un hilo rojo invisible
conecta a aquellos
que están destinados a encontrarse,
a pesar del tiempo, del lugar,
a pesar de las circunstancias…
El hilo puede tensarse o enredarse,
pero nunca podrá romperse.


Según una leyenda oriental, hace muchísimo tiempo un emperador de China murió y dejó a su joven heredero como nuevo gobernante. Este nuevo emperador era muy impetuoso y por medio de sus allegados se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de ver el hilo rojo del destino y la mandó traer a su presencia.

Cuando esta poderosa bruja llegó, el joven emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo, seguida muy de cerca por el joven emperador y su corte. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado donde una pobre campesina con una niña en los brazos ofrecía sus productos.

Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella, la invitó a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara, diciéndole: “Aquí termina tu Hilo rojo del Destino”. Al escuchar esto, el joven y orgulloso emperador enfureció creyendo que todo era una burla de la bruja, empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña en los brazos y la hizo caer provocando que la niña se hiciera una gran herida en la frente. Ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza por burlarse de esa manera de él. El emperador muy molesto regresó a su palacio y luego de un tiempo olvidó todo este asunto.

Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y para este fin, su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso de su ejército pues esto daría estabilidad a su reino. Esta idea no le pareció nada mal al emperador pues sabía que este general era muy querido y respetado por todo su pueblo y además su hija tenía fama de ser muy joven y hermosa.

Llego el día de la boda y el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente.

Al llegar hasta el altar, el emperador levantó el velo y vio por primera vez un bellísimo rostro….  con una cicatriz muy peculiar en la frente.



Según esta leyenda  originaria de  China,  todas las personas que están destinadas a encontrarse, se encuentran unidas por un hilo rojo atado a su dedo meñique…. y tarde o temprano se encontrarán.
No solo se refiere a nuestra pareja, sino también a todas las personas que nos acompañarán a lo largo de nuestra vida.



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