Hace un tiempo encontré esta imagen en Facebook y recordé a todos los profesores de música que he tenido a lo largo de mi vida.
Han sido varios y, por suerte, excelentes profesionales todos ellos. Pero hoy quiero destacar a la que marcó una diferencia en mi vida porque a ella le debo haberme dedicado yo misma a enseñar música.
Ana García Azumendi, una mujer extraordinaria que durante años llenó su casa de música y nos abrió las puertas de la felicidad a muchísimos niños.
He tenido la inmensa fortuna de reencontrarme con ella este verano, después de ¡veintisiete años! sin verla.
Gracias por tu abrazo, Ana, por tu amor a la Música, por tanto y tanto...
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