sábado, 30 de agosto de 2014

Manos para la paz


Paola R. Bavaro: Símbolo de Paz
Óleo sobre lienzo
120 x 60 cm


Las manos representan el hacer, son instrumentos de acción. Son las que realmente hacen.
Pueden dar órdenes de mando, manifestar protección, creación, bendición, piedad, poder, plegaria, fuerza o enseñanza.
Nos cogemos de las manos en señal de amor y afecto, nos damos la mano para saludarnos, y "echamos una mano" a quien la necesita.
Con ellas firmamos la paz o firmamos la guerra.
Escribimos, sanamos, construimos...
Dos manos abiertas nos invitan a confiar; dos manos abiertas como alas de paloma son Símbolo de Paz..





Artista: Paola Bavaro
Música: Nacho Martí
Tema: Paz para los crepúsculos que vienen

Muchas gracias, Paola. Un beso muy grande.

viernes, 29 de agosto de 2014

Ésta es tu historia

Gracias a una querida amiga llevo unos días pensando en el tema de los orígenes: cómo explicar a tu hijo que su vida, su historia, comenzó antes de encontraros.

A tus hermanos, Zoe, les encanta que les hable de cuando eran bebés, cómo fue su nacimiento y piden muchos detalles...

Tú eres muy pequeña aún pero con mucha frecuencia te hablamos de tus orígenes, te enseñamos tus fotos en China, para que vayas elaborando tu historia.

Las preguntas llegarán, antes de lo que imagino, e intentaremos contestarlas lo mejor posible, con naturalidad, respeto y, sobre todo, amor.

Esta es tu historia es un proyecto de la diseñadora gráfica Marina Salazar y lo ha compartido con el Instituto Familia y Adopción como una herramienta para ayudar a los padres a hacer nuestra labor.

Cuenta la historia real de una niña, Diana, pero puede elaborarse con la historia de cualquier niño y, aunque no contesta a todas las preguntas, es un comienzo, y puede, al menos, darnos ideas para contar a nuestros hijos su historia.





Muchas gracias, Carlota, por ayudarme siempre a seguir tus pasos y acompañarme en el camino.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Tu mundo gira



Aunque no lo parezca en esta foto ya éramos cuatro.

Hoy, Conchi, que es tu cumpleaños, te deseamos que tu próxima vuelta alrededor del sol sea de lo más emocionante y feliz.

Ahora parece que los días pasan a cámara lenta, ¿verdad? pero dentro de muy poquito tu mundo va a empezar a girar muy rápido...

¡Todos nuestros besos!


domingo, 24 de agosto de 2014

Y se me olvidó el final de la historia




Esta tarde hemos estado en un concierto del saxofonista (y compositor) húngaro-americano André Vida en la terraza de La Casa Encendida.

Nos ha gustado y sorprendido a un tiempo. 

Aquí tenéis un ejemplo de su personalísima obra, titulado Wire In My Heart...



jueves, 21 de agosto de 2014

Toallas




Ésta es mi toalla preferida. La compré hace muchos años en Nueva York y simboliza la época relajada e inconsciente en la que iba a la playa o a la piscina "con las manos libres".
Supongo que cuando vuelva a tenerlas, echaré de menos los días que pasé con vosotros (aunque creo que tardaré, jajaja).






lunes, 18 de agosto de 2014

Ganar


Fotografía: Florencia Merlo Mantovani (2014)



Fotografía: Florencia Merlo Mantovani (2012)









Bruno, Ariel y Zoe, hoy os guardo aquí estas líneas para vosotros, quizá alguna vez las necesitéis...

A mí me vienen muy bien en este momento, sobre todo cuando pienso que mis retos profesionales hacen que no os dedique todo mi tiempo a vosotros y a J.


(...) Pero ¿qué es ganar? ¿Cual es la verdadera victoria? ¿Qué es lo que hace que al cruzar la línea de meta se me ericen los pelos, que note flotar mis pies y que no pueda evitar tener ganas de llorar, de gritar con todas mis fuerzas, de echarme a correr y al mismo tiempo tirarme al suelo? ¿Qué es lo que me hace sentir esta burbuja?

La verdadera victoria no reside en cortar la cinta al cruzar la meta, no reside en subir al peldaño más alto del podio. Nada de eso puede hacer que te tiemblen las piernas de miedo y emoción. O en todo caso lo puede hacer al recordar lo que has vivido antes. 

La victoria, la real, es aquella que se encuentra en lo mas hondo de cada uno de nosotros. Es aquella que no nos creemos del todo que pueda llegar, a pesar de la preparación y la voluntad puestas, y que finalmente llega. Es como si, aunque de forma consciente y con la calculadora en mano, después de muchas horas de preparación, de muchos días de entrenamiento, de concienciarnos de que somos capaces de ganar, o simplemente de terminar la carrera, existiera algo en nuestro inconsciente que nos dijera constantemente que es imposible, que es demasiado bueno, demasiado grande, demasiado increíble para ser verdad. Que lo que deseamos lograr es solamente un sueño. Y al cruzar la meta, cuando echas la vista atrás y compruebas que es real, que eres de carne y hueso, y que lo que parecía posible solo en sueños se ha convertido en realidad, te das cuenta de que ésta es la verdadera victoria.

Ganar no significa terminar en primera posición. No significa batir a los demás. 
Ganar es vencerse a uno mismo. Vencer a nuestro cuerpo, nuestros límites y nuestros temores. Ganar significa superarse a uno mismo y convertir los sueños en realidad. 
En muchas carreras he terminado en primera posición pero no me he sentido ganador. Al cruzar la meta no he llorado, no he saltado de alegría y mis emociones no han sido una tormenta desbocada. Simplemente tenía que ganar la carrera, sabía, tenía la seguridad, que llegaría el primero. Sabía que no era un sueño y en ningún momento mi mente llegó a plantearse qué sería el no vencer. Era fácil, como un cocinero que abre su restaurante por la mañana y sabe exactamente cómo le va a quedar el bistec. 
No hay ningún reto, ningún sueño del que despertarse al final. Y eso, por lo menos para mí, no es ganar. Al contrario, he visto a grandes ganadores, a personas que se han vencido a sí mismas y que han cruzado la línea de llegada llorando, sin fuerzas, pero no por el agotamiento físico, que también, sino sobre todo por haber logrado terminar aquello que ellos sabían que en el fondo sólo era fruto de sus sueños. He visto a gente sentarse al cruzar la meta de la UTMB y permanecer en esta posición durante horas con la mirada perdida, con la mayor de las sonrisas en sus adentros, sin creerse todavía que lo que acaban de lograr no forma parte de un engaño de la mente. He visto a personas que, pese a llegar cuando los primeros ya se habían duchado, habían almorzado y quizás habían tenido tiempo de echarse una siesta, se sienten vencedores y no cambiarían lo que sienten por nada de lo que les pudieran ofrecer. Y los envidio, porque en el fondo ¿no corremos para eso? ¿Para saber que nosotros somos capaces de vencer nuestros miedos y que la cinta que cortamos al cruzar la meta no está sujeta por azafatas sino que está situada allá donde nuestros sueños quieren? 
¿La victoria no consiste en ser capaces de poner nuestra mente al límite para descubrir que estos límites nos han llevado a descubrir nuevos límites? ¿Y empujar poco a poco nuestros sueños?


viernes, 15 de agosto de 2014

Piàoliang






Esta noche me he llevado una gran alegría porque hemos visto a Paola. 
Como siempre, dando lo mejor de sí misma en su trabajo, lleno de amor por el arte.
Muchas gracias, piàoliang, Paola, bonita, por tu cariño hacia nosotras.