Durante todo el tiempo que estuvimos esperándote, imaginé miles de veces cómo sería estar contigo, vivir los cinco juntos, compartir nuestro día a día.
Pero te confieso, Zoe, que nunca pensé que llamarías tanto la atención ni que fueras a provocar tanto cariño y simpatía a tu paso.
Literalmente nos paran por la calle, en las terrazas, tiendas...¡en todas partes!
Cuando tus hermanos eran bebés también era frecuente que los piropearan por la calle; a casi todos nos encantan los bebés y los niños pero en tu caso es realmente exagerado.
Ya en China, durante nuestras dos primeras semanas juntas, muchas personas, de China y de otros países se quedaron prendados de ti, de tu mirada serena y de tu belleza.
En los tres vuelos que compartimos, Nanning-Guangzhou, Guangzhou-Dubai y Dubai-Madrid arrasaste en los aviones. No pasaste precisamente tus mejores momentos debido a que estabas siempre alerta sin poder apenas dormir a pesar del agotamiento.
Pero eso no impidió que muchas personas se fijaran en ti y te dedicaran bonitas palabras.
Entre muchas anécdotas, me impresionó una mujer que en el aeropuerto de Dubai, sentada frente a nosotras, fabricó con un papelito dorado una grulla de origami, símbolo de buena suerte en su país, Japón, te la regaló diciendo: "Here´s your first paper crane" y te deseó a continuación una nueva vida larga y llena de fortuna.
Me habló de la historia de Sadako Sasaki, que yo no conocía, y que, ahora lo sé, narró la escritora Eleanor Coerr en Sadako y las mil grullas de papel.
Buscando sobre el tema, entre otras cosas he encontrado este corto de animación basado en la historia de Sadako.
Supongo que relacionó su historia con la tuya y te expresó sus buenos deseos de esta manera tan preciosa.
De lo que estoy segura, hija mía, es de que los afortunados somos nosotros por haberte encontrado; y prometo aprender a fabricar grullas de origami (sólo sé hacer barquitos, que te encantan) para poder hacerlas juntas.
